Nacimientos en el zoo de Madrid

En el Zoo Aquarium de Madrid han nacido casi un centenar de animales durante esta primavera y verano. Los recién llegados en estas últimas semanas han sido un león marino, dos cebras y un gibón que tienen nombre propio y que en estos días han comenzado su “aprendizaje animal” haciendo que los miles de visitantes del Zoo compartan con ellos momentos divertidos y entrañables.

Simón, la cría de león marino, ha comenzado a darse sus primeros chapuzones bajo la atenta mirada de sus padres, Milena y Jones y de sus cuidadores que ya han observado que, además de ser juguetón, demuestra su fuerte carácter haciendo “fu” como los gatos cuando no quiere cuentas con nadie.

Tierra adentro nos encontramos con dos cebritas, Lubango y Durban, a las que no les gusta separarse de sus mamás, Catalina y Paulina, las cuales demuestran ser unas auténticas madrazas y les defienden con valentía ante cualquiera que pueda dañarles.

Tarzán y Jane, pareja de gibones de manos blancas, han aumentado la familia con Runa para que Sandra, su hermana, que ya tiene un año, no esté sola. Runa tiene muchas ganas de aprender y no deja de curiosear todo aquello que se le presenta. Los orangutanes de la misma instalación observan al nuevo miembro de la familia mientras Sandra, que no quiere perder su protagonismo ante la recién llegada, les provoca para jugar montándose en sus cabezas o dejándose espulgar por éstos.

Otras crías nacidas recientemente son pecaris, gacela dorca, chinchilla, nilgo y mandril que están ansiosas por empezar a aprender como sus compañeros

Nacimientos en el zoo de Madrid

En el Zoo Aquarium de Madrid han nacido casi un centenar de animales durante esta primavera y verano. Los recién llegados en estas últimas semanas han sido un león marino, dos cebras y un gibón que tienen nombre propio y que en estos días han comenzado su “aprendizaje animal” haciendo que los miles de visitantes del Zoo compartan con ellos momentos divertidos y entrañables.

Simón, la cría de león marino, ha comenzado a darse sus primeros chapuzones bajo la atenta mirada de sus padres, Milena y Jones y de sus cuidadores que ya han observado que, además de ser juguetón, demuestra su fuerte carácter haciendo “fu” como los gatos cuando no quiere cuentas con nadie.

Tierra adentro nos encontramos con dos cebritas, Lubango y Durban, a las que no les gusta separarse de sus mamás, Catalina y Paulina, las cuales demuestran ser unas auténticas madrazas y les defienden con valentía ante cualquiera que pueda dañarles.

Tarzán y Jane, pareja de gibones de manos blancas, han aumentado la familia con Runa para que Sandra, su hermana, que ya tiene un año, no esté sola. Runa tiene muchas ganas de aprender y no deja de curiosear todo aquello que se le presenta. Los orangutanes de la misma instalación observan al nuevo miembro de la familia mientras Sandra, que no quiere perder su protagonismo ante la recién llegada, les provoca para jugar montándose en sus cabezas o dejándose espulgar por éstos.

Otras crías nacidas recientemente son pecaris, gacela dorca, chinchilla, nilgo y mandril que están ansiosas por empezar a aprender como sus compañeros